Existe un momento en la vida académica de todo estudiante que puede causar ilusión y terror a partes iguales: la finalización de la Educación Secundaria Obligatoria.
Ilusión porque, para algunos, llegó el momento de abandonar una educación general, obligatoria e igual para todos, y dirigir su futuro académico hacia sus intereses personales.
Terror porque, en ese momento, la incertidumbre acerca de lo que le deparará el futuro, el desconocimiento del mundo académico y laboral, y la responsabilidad de tomar una decisión que, probablemente, condicione tu vida, resulta algo tremendamente estresante.
Sin embargo, el objetivo de este artículo es ofrecerte una guía para estructurar y esclarecer ese proceso de decisión. Se trata de una oportunidad emocionante para explorar tus intereses personales, aprovechar tus habilidades y talentos únicos, y trazar una ruta hacia un futuro profesional exitoso.
A continuación vamos a desglosar los aspectos clave a considerar para tomar esta decisión tan importante:
Intereses personales: tu PASIÓN como motor
Comenzar con lo que te apasiona es esencial. Reflexiona sobre lo que te llena de entusiasmo, lo que disfrutas hacer en tu tiempo libre y las actividades que podrías realizar durante horas sin aburrirte.
¿Te encanta la tecnología, la creatividad, la medicina, los negocios, las ciencias sociales o cualquier otra área? Haz una lista de las titulaciones que te permitan profundizar en lo que realmente te motiva.
Habilidades y TALENTO: destaca en lo que haces mejor
Aparte de lo que te motiva, reconocer tus fortalezas es fundamental. ¿Eres un maestro en matemáticas, un comunicador nato, un solucionador de problemas o un artista excepcional?
Identifica esas cosas que se te dan bien de manera natural, o aquellas en las que te resulta muy fácil aprender. Jugar con tus fortalezas te dará confianza y una ventaja en el mercado laboral.
Dificultad de los estudios: DESAFÍOS que te hacen crecer
El nivel de dificultad de los estudios es algo a considerar, pero no dejes que te asuste. A menudo, los desafíos son oportunidades para crecer. Evalúa tu disposición para dedicar tiempo y esfuerzo al estudio y no temas enfrentar cierta dificultad si estás apasionado por el campo.
Sin embargo, sé realista con tus límites y posibilidades. Igual de importante que identificar tus talentos, es identificar tus debilidades.
Pongamos un ejemplo. Si te encanta la ingeniería pero siempre has ido justo en matemáticas y física, tiene sentido que arriesgues a una carrera universitaria si esas notas son fruto de una falta de dedicación. Por el contrario, si has puesto todo tu empeño y esfuerzo y aún así tienes dificultades para superar esas materias, quizá una titulación de gran exigencia teórica y científica en estos campos no sea tu mejor opción.
Quizá en ese caso sea mejor una formación profesional más práctica y aplicada y de menos profundidad teórica y académica.
¡Ojo! Igualmente que lo más sensato es apostar por tus puntos fuertes, también es imprescindible mejorar tus puntos débiles y no dejar que estos te limiten. Pero es importante ser realista ya que el coste de mejorar algo que de manera natural no se nos da bien es más alto que el de mejorar lo que nos resulta fácil y motivante.
Duración de los estudios: INVIERTE en tu futuro
La duración de los estudios también es importante. Cuanto más tiempo necesites para obtener la titulación, más tarde te incorporas al mercado laboral, más coste económico tiene (más matrículas, más coste de mantenimiento) y mayor coste de oportunidad (mientras estás estudiando, no estás trabajando y generando ingresos).
En ocasiones estos costes se compensan con creces con el tiempo si te preparan para una profesión altamente cualifica, con alta empleabilidad y remuneración.
Por ejemplo, el coste de estudiar medicina es muy alto, sin embargo, tiene unas tasas de paro muy bajas y unos sueldos, en promedio, mucho más altos que la mayoría de las profesiones.
Llegados a este punto, piensa en cuánto tiempo estás dispuesto a invertir en términos psicológicos y si tienes la capacidad de poder financiar el coste de los estudios y tu mantenimiento durante ese periodo.
DEMANDAS del mercado laboral: tendencias en evolución
Quizá uno de los aspectos más relevantes a la hora de elegir tus estudios sea la proyección que tengan posteriormente en el mercado laboral.
Investiga las tendencias actuales y futuras del mercado laboral. ¿Qué sectores están en auge? ¿Dónde se están generando nuevas oportunidades?
Aparte de mantener los ojos abiertos a tu alrededor, observando cuáles son las industrias que están evolucionando, investiga en portales especializados que publiquen estudios serios sobre el mercado laboral, como por ejemplo este de Infojobs con ESADE.
Elegir una titulación que se alinee con la demanda del mercado aumentará tus posibilidades de encontrar empleo y prosperar.
SALIDAS profesionales: explora tu futuro
Imagina el tipo de trabajo que te gustaría tener después de graduarte. Investiga las diversas salidas profesionales que ofrece la titulación que estás considerando.
Existen titulaciones muy específicas que te preparan para una profesión muy limitada en cuanto a variedad de puestos, sin embargo, otras te abren el abanico dentro de distintos sectores y multitud de empleos distintos.
Por ejemplo, un Maestro en Educación Infantil, o un Técnico Superior en Higiene Bucodental, tienen un perfil profesional muy específico. Sin embargo, cualquier titulación relacionada con la informática o el comercio son de aplicación mucho más variada y general, por lo que existen gran cantidad salidas diferentes.
Esto no quiere decir que una titulación muy específica no tenga futuro. De hecho, a veces pasa lo contrario, ya que las titulaciones más generales también tienen más competidores.
Simplemente sé consciente de si quieres algo muy definido o prefieres tener muchas posibilidades donde elegir cuando termines tus estudios.
Expectativas de REMUNERACIÓN: La importancia del equilibrio
Es importante considerar tus expectativas de remuneración. Algunas titulaciones pueden llevar a trabajos con salarios más altos, mientras que otras pueden ofrecer un balance más saludable entre trabajo y vida personal.
Actualmente algunos portales de empleo cuentan con buscadores de salario que puede orientarte en los rangos salariales de las distintas profesiones (cuidado, no es información oficial, son estadísticas de la información recogida de los usuarios del propio portal). Algunos ejemplos son Talent, Indeed o Jobted.
Busca un equilibrio entre lo que te apasiona, tus metas financieras y tu calidad de vida.
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¡El futuro está en tus manos!