Formación Profesional presencial vs a distancia, ¿cuál es mejor?

Desde la implantación de internet prácticamente en cada área de nuestra vida, la formación no ha sido ajena a esta tendencia. En la última década, tanto grandes instituciones educativas oficiales como profesionales independientes se han adherido a la formación a distancia, creando así un debate sobre, ¿qué es mejor, la formación presencial o a distancia?

En este artículo intentaremos desgranar desde nuestra experiencia en ambas tipologías de formación las características de cada una, así como los perfiles de estudiante que mejor encajan con ellas:

Modalidad de estudio presencial

La modalidad presencial se define por ser una formación que se imparte dentro de un espacio físico, donde hay una comunicación directa y en vivo entre el profesor y el alumno, y también entre los distintos alumnos.

Esto hace que los contenidos de la asignatura se desarrollen a un ritmo determinado para todo el grupo, que se utilicen gran cantidad de recursos didácticos y que se generen de manera espontánea relaciones personales entre los miembros de ese grupo.

Ventajas de la modalidad presencial

Estas particularidades de los estudios presenciales, otorgan a esta modalidad ciertas ventajas.

  • El trato más cercano e inmediato con el profesorado. El hecho de compartir un espacio físico y tener una interacción personal, facilita tanto al alumno solicitar la atención del profesor, como al profesor transmitir el conocimiento.

  • La posibilidad de socializar. Esto no sólo es relevante desde un aspecto lúdico o espiritual, sino que también ofrece oportunidades para desarrollar de manera permanente habilidades socioemocionales.

  • Capacidad de trabajar en grupo. Una de las principales habilidades profesionales es establecer relaciones sanas y productivas.

  • Desarrollo de la disciplina. El hecho de estar sometido a un horario rígido, a un ritmo de clase y a unas normas sociales, implica desarrollar cierto grado de disciplina.

  • Proporciona una estructura estable y sólida. Esto facilita el flujo de información y la adquisición del hábito de aprendizaje.

  • Capacidad de poner en práctica un mayor número de conceptos. Una clase presencial con un nivel elevado de interacción, se presta más a extender los conceptos fuera del guion establecido.

Inconvenientes de la modalidad presencial

  • Los costes son más altos. La misma infraestructura que beneficia las relaciones interpersonales y el flujo de información, hace que el coste de estudiar presencialmente sea más elevado que de manera on-line, pudiendo siendo en muchas ocasiones más del doble.

  • Los horarios son más rígidos. El inicio y el final de las clases o los días lectivos y festivos, son los que son y el alumno no tiene ningún margen de modificación de los mismos.

  • Los contenidos tardan en actualizarse. Aunque no sea un problema tanto logístico o material como de “cultura docente”, lo cierto es que los centros que operan presencialmente tardan más en actualizarse y adaptarse a las nuevas demandas del mundo real.

Modalidad de estudio a distancia (u on-line)

La formación a distancia implica que el docente y el alumno se encuentran en espacios físicos geográficamente distantes, a veces por unos pocos kilómetros, a por varios miles.

Las primeras formaciones a distancia se realizaron telefónicamente, mientras que la practica totalidad actualmente se hacen a través de internet con plataformas de e-learning. En este caso los formatos en los que se intercambia la información pueden ser el audio y el vídeo, además de los archivos digitales, como textos, presentaciones, etc.

Por otra parte, los canales de comunicación entre el alumno y el profesor pueden ser tanto síncronos como asíncronos, mayoritariamente la combinación de ambos. Esto quiere decir que se ofrece cierta parte del contenido y la atención en directo, a través de las videoconferencias, y otra parte de manera diferida a través de otros canales como el email, chats, foros, bibliotecas de archivos, etc.

Ventajas de la modalidad a distancia

  • No hay barreras geográficas. Puedes a acceder a formaciones impartidas en cualquier lugar del mundo, desde cualquier lugar del mundo.

  • Evitas la conmutación. El tiempo (y los preparativos) invertidos en trasladarse hacia el centro educativo y regresar al domicilio, se eliminan a un coste 0.

  • Los horarios son flexibles. En la mayor parte de las formaciones existen clases en directo, pero se facilitan las grabaciones para poder visualizarlas a posteriori en el momento más oportuno para el alumno.

  • Los costes son menores. El hecho de no requerir de infraestructura y permitir un ratio mayor de alumnos por profesor, hace que los costes para el centro sean menores, lo cual repercute casi siempre en los precios de mercado.

  • Los contenidos se actualizan rápidamente. Para los profesores resulta relativamente sencillo modificar sus presentaciones si existen nuevos contenidos que consideran apropiados o se los solicitan los propios alumnos.

  • Sigues tu propio ritmo. Puedes gestionar el tiempo para dedicar más a aquellos temas que más te interesan o que más te cuestan y viceversa. Si compaginas los estudios con otras actividades puedes adaptar la carga de estudios a tu disponibilidad real.

  • El alumno es mucho más productivo. De manera frecuente, las clases presenciales son más lentas de lo que uno puede seguir de manera independiente, por lo que se puede aprender más en menos tiempo.

  • El contenido es accesible veinticuatro horas desde cualquier lugar**.**

  • Puedes aprender de los mejores profesionales. Muchos profesionales del máximo nivel no tienen ningún incentivo para vincularse a una institución docente por el compromiso que supone para su actividad profesional. Sin embargo, la flexibilidad de la formación on-line facilita que muchos sí que puedan dedicar una pequeña parte de su tiempo a dar clases, ahorrándose viajes y horarios rígidos a los centros.

  • Comodidad. Si no hay necesidad de desplazamientos en vano

Inconvenientes de la modalidad a distancia

  • Exige AUTO-disciplina. A diferencia de la disciplina impuesta desde fuera, estudiar a distancia requiere autoimponerse una buena organización y requiere grandes dosis de fuerza de voluntad.

  • Es necesaria una alta dosis de motivación. Las formaciones pueden ser largas y tediosas, y en el trascurso el alumno puede pasar por estados emocionales fluctuantes, por lo que la motivación por el objetivo es crucial.

  • Dificulta el trato directo con el profesor. En las clases en directo no siempre se puede interrumpir, o el tiempo de preguntas se puede hacer muy largo. Aunque no siempre es así, fuera de la propia clase puede que el profesor tenga el tiempo muy limitado y tarde en responder, o no llegue a abordar tus consultas con la profundidad necesaria.

  • Reduce las posibilidades de socializar. Las relaciones interpersonales son más difíciles de establecer y más incompletas que las presenciales.

  • Necesidad de material tecnológico y buena conexión a Internet. Aunque un ordenador personal o un smartphone es algo que está al alcance de casi cualquier persona, una de las incidencias que más interrupciones o, incluso, impedimentos causa al desarrollo de las clases es una deficiente conexión a internet.

  • No es aplicable a algunos campos académicos. Existen ciertos conocimientos o habilidades del mundo físico que no se pueden transmitir de manera completa a distancia. Por ejemplo aquellas que requieran de la manipulación de tecnología o maquinaria específica, o las que se basen en habilidades motrices o sensoriales. Por ejemplo, la artesanía, la cocina o el deporte requieren la interacción directa para una parte fundamental del aprendizaje.

  • Mayor número de distracciones. La mayoría de la gente que estudia a distancia lo hace desde su casa, por lo que está expuesto a gran número de estímulos distractores: el teléfono, interrupciones de la familia o compañeros, el timbre o simplemente objetos que desvían su atención.

  • Índices de abandono más altos. La mayor exigencia a nivel psicológico y unas barreras sociales menores a la hora de desistir, hace que sea mucho más fácil y simple tomar la decisión de abandonar los estudios en la modalidad on-line.

Modalidad de estudio a semi-presencial

La modalidad de estudio presencial es un híbrido entre ambas modalidad previamente comentadas. El porcentaje de la docencia impartida de una u otra forma depende mucho de cada curso.

Esta modalidad puede tener las ventajas de ambas, pero también es posible encontrarse con los inconvenientes de ambas.

Lo interesante de esta modalidad es que cubre un espacio que, si bien tampoco es para todo el mundo, puede encajar perfectamente en ciertos perfiles de estudiantes con unas necesidades concretas.

Conclusión

La modalidad de enseñanza en sí misma no es lo más importante a la hora de decidirse por una formación, pero sí es un limitante tanto para el acceso como para el seguimiento del curso.

Por eso, el criterio principal a la hora de elegir una u otra debería ser en función de aspectos personales del alumno tales como:

  • Si tiene que compaginar o no con otras responsabilidades, familiares, laborales, etc.

  • Los propios hábitos de estudio adquiridos.

  • La capacidad de concentración.

  • La necesidad de mayor soporte para aprender.

  • La motivación por la propia titulación o por el propio proceso y vivencia de la vida académica.

¿Crees que hay otros criterios para elegir adecuadamente la modalidad de estudio? ¿Por cuál te inclinarías tú? Déjanos tu comentario aquí abajo.